El Texto de Los Hechos es una historia narrativa de la iglesia neotestamentaria y describe su principio en Jerusalén y su extensión a toda Judea, Samaria, y al mundo gentil.
La manifestación del Espíritu en Pentecostés incluye lenguas de fuego y la tacto de conversar en diferentes idiomas, simbolizando la universalidad del mensaje cristiano.
La tercera tendencia fue la excesiva intelectualización del cristianismo como consecuencia de su contacto con la filosofía griega. Comprender o desembrollar el misterio divino hubiese significado subordinar a Altísimo a la razón, algo inaceptable para el sentido teológico de los Padres.
El segundo eje de su argumentación se basa en los usos litúrgicos tradicionales. Al hilo de la fórmula bautismal de Mateo: «Id y bautizad a todas las naciones en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo», argumenta que si en esa fórmula el Padre no desdeña la comunión con el Hijo y el Espíritu, separarlos en naturalezas distintas es ir contra la voluntad del Padre,[72] hecho del que luego afirma que es la verdadera «blasfemia contra el Espíritu Santo».
En el semitismo y el cristianismo se cree que el Espíritu Santo puede acercarse al alma y transmitirle ciertas disposiciones que la perfeccionan. Estos hábitos se conocen como los «dones del Espíritu Santo».
La experiencia de los samaritanos demuestra que unidad puede creer hasta cierto punto e inclusive puede bautizarse en agua y todavía no recibir el Espíritu.
La naturaleza divina del Espíritu Santo se manifiesta a través de atributos esenciales que lo caracterizan:
El Espíritu Santo muestra la verdad y Conductor al creyente en Alá. En momentos de dudas, es bueno detenerse a despabilarse la presencia de Todopoderoso leyendo su Palabra y escuchando lo que su Espíritu dice a nuestro corazón. El Espíritu Santo siempre nos guía conforme a la verdad del evangelio.
La vida cambia de un solo golpe. El poder de Jehová a menudo va por tu cuerpo como una poderosa corriente y te llena de una alegría y felicidad infinita. Los discípulos fueron todos llenos de una tal alegría que las personas pensaban que estaban ebrios.
En el Espíritu de Todopoderoso hay decisión para ser libres de la opresión del enemigo y del poder del pecado y de la asesinato. La arbitrio que el Espíritu Santo nos da, es una que nos ayuda a existir la vida plena en Jesús, agradándole en todo y sirviéndole con gozo.
El Espíritu Santo nos hace valientes y nos da un amor singular por los que todavía no conocen a Todopoderoso. Con el poder del Espíritu Santo amamos a los demás y les mostramos el Deleite que trae vivir en paz con this website Dios.
Hay quienes pueden fingir o malinterpretar estas manifestaciones. Por lo tanto, es crucial agenciárselas la Práctico y la reflexión de líderes cristianos maduros y estudiar las Escrituras para comprender correctamente este acontecimiento.
Por supuesto, como hablamos en el capítulo 4, no debemos separar de modo incisivo el bautismo del Espíritu Santo del bautismo en agua puesto que ellos se juntan para completar el nuevo principio y para traer todos los beneficios de salvación.
Justino ofrece afirmaciones que parecen identificar al «pneuma» con el «logos» aunque acepta la fórmula trinitaria para la celebración del bautismo.